El joven y débil príncipe Einol es herido en una batalla que pretendía derrocar a su cruel padre, el rey Freyne. Para poder salvarle de la muerte, su madre, la reina Aislinn lo lleva a Draco, un dragón quien entrega una parte de su corazón al herido muchacho y cauterizando su herida con un destello de fuego. Agradecido con el dragón, el joven protector del príncipe, el caballero Bowen, promete saldar esa deuda en un futuro cercano.
Pasan los años y Einol revela ser tan brutal y despiadado como su padre, y Bowen atribuye esto al corazón del dragón por lo que jura vengarse. Así en el transcurso de los años Bowen se convierte en un cazador de dragones matando a todos los que encuentra. Se encuentra con el hermano Gilbert, un monje aspirante a poeta quien está impresionado por las proezas de Bowen, por lo que le sigue para narrar sus hazañas en versos épicos. Es así que buscando a más dragones Bowen se encuentra con Draco, el dragón que dio parte de su corazón a Einol. Ignorando esto los dos deciden pelear y en el enfrentamiento convienen unir fuerzas para presentar un acto conocido sólo por ellos. Bowen supuestamente "caza" a Draco y luego reclama una recompensa de parte del pueblo o villa que protege por haber matado al dragón que los estuvo "aterrorizando". Desde entonces, Bowen y Draco deben salvar al reino entero del dominio del cruel Rey Einol, quien es parte de Draco y éste es parte de él. Finalmente, Bowen se ve obligado a herir de muerte a Draco, enviando una lanza a su corazón, matando de esta manera a Einol.
El cuerpo de Draco se desintegra y pasa a formar parte de las estrellas, brillando en su máximo esplendor siempre que se le necesitara.
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